El maíz es un cultivo de mayor importancia dentro del consumo alimenticio básico del ser humano. Según FAO, el consumo per cápita por año es alrededor de 80.51 kilogramos en el área urbana y 127 kilogramos en el área rural, siendo de los mayores consumos, pues el 95% de la producción de maíz se utiliza para alimentación humana.

El maíz es la planta más domesticada y evolucionada del reino vegetal. Los granos de maíz están constituidos principalmente de tres partes: la cascarilla, el endospermo y el germen. La reproducción del maíz se efectúa mediante una espiga o inflorescencia masculina que presenta una panícula (vulgarmente denominada espigón o penacho) de coloración amarilla que posee una cantidad muy elevada de polen en el orden de 20 a 25 millones de granos, en cada florecilla que compone la panícula se presentan tres estambres donde se desarrolla el polen.

La disponibilidad de los micronutrientes es esencial para el adecuado crecimiento y desarrollo de las plantas y para obtener rendimientos elevados. Cuando existe deficiencia de uno o varios elementos menores, éstos se convierten en factores limitantes del crecimiento y de la producción, aunque existan cantidades adecuadas de los otros nutrientes.

El maíz es una planta con capacidad decrecimiento rápido y alta producción que requiere cantidades considerables de nutrimentos. Por lo cual los principales nutrientes que hay que tomar en cuenta en cualquier plan de nutrición balanceada son: Nitrógeno, Fosforo, Potasio, Azufre, Zinc y Boro.

 A continuación, se presenta de manera muy general las principales funciones de los seis micronutrientes (Nitrógeno, Fosforo, Potasio, Azufre, Zinc y Boro).

Nitrógeno (N):  

Es el nutriente motor del crecimiento. Cuando la planta lo absorbe, lo acumula como nitrato en las hojas y es este nitrato el encargado de motorizar la síntesis del complejo hormonal del crecimiento, cuyo exponente principal es el AIA (ácido indol acético). Así mismo, el Nitrógeno es el componente principal de la mayoría de los aminoácidos que integran las proteínas.

Fósforo (P):      

Es la fuente de energía necesaria para que se produzcan todos los procesos metabólicos en la planta. Su deficiencia le imposibilita a la planta completar normalmente dichos procesos. Los dos momentos críticos en los que su presencia es fundamental son: la germinación, para favorecer un rápido crecimiento radicular; V6, es decir cuando comienza el crecimiento vegetativo lineal y por ende la mayor demanda y en prefloración, es decir en los momentos en los que comienza una gran actividad metabólica asociada a la fecundación y comienzo del llenado de los granos.

Potasio (K):       

Su rol más relevante lo cumple en todo proceso de traslado de azúcares fotosintetizados. A medida que la planta va fotosintetizando, va acumulando azúcares en las hojas. Estos azúcares son los que la planta transloca a los granos en el momento del llenado de los mismos. El Potasio es el responsable principal de este traslado. Las gramíneas y oleaginosas son altamente exigentes en este nutriente.

Zinc (Zn):           

Otro nutriente fundamental para las gramíneas. Junto con el Nitrógeno son los dos promotores del crecimiento en las plantas al promover también la síntesis de hormonas de crecimiento. Su carencia limita también el desarrollo radicular y ya que son las raíces las promotoras de la floración, en la medida que falte este nutriente esta se verá perjudicada. Potencia el cuaje de frutos, promueve la síntesis de proteínas.

Boro (B):           

Este nutriente cumple varios roles dentro de la planta entre los que podemos citar a los siguientes como los más importantes: junto con el Calcio interviene en la síntesis de la pared celular, dándole mayor rigidez a los tejidos; Junto con el Potasio y el Magnesio, completa el trío de carriers de azúcares; es fundamental para el cuaje, ya que favorece el crecimiento del tubo polínico, en especial en aquellos granos que se encuentran en el extremo de las espigas.

MAÍZ-FOL® es un fertilizante sólido (polvo soluble) formulado especialmente para complementar la fertilización en el cultivo de maíz. MAÍZ-FOL® contiene una concentración alta y balanceada de Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Azufre, Zinc y Boro; elementos fuertemente demandados por este cultivo y necesarios para obtener mejor calidad de grano y mayores rendimientos por superficie. Los nutrientes en MAÍZ-FOL® participan en diversos procesos de importancia en el desarrollo vegetal como son: fotosíntesis, formación y transporte de carbohidratos, acumulación de almidón (llenado de grano), síntesis de proteínas, lignificación (tolerancia al acame) y diferenciación del tejido vascular, entre otros. Las plantas tratadas con MAÍZ-FOL® tienden a presentar una estructura más tolerante a condiciones de estrés, punto importante cuando se desarrollan los cultivos en condiciones de temporal.

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