Estrés por Bajas Temperaturas.

Las plantas pueden estar sometidas a situaciones de estrés por temperaturas extremas debidas al calor, al frío y a la congelación (Azcón-Bieto y Talón, 2008). La temperatura condiciona la velocidad de las reacciones químicas catalizadas enzimáticamente, modifica la estructura y la actividad de las macromoléculas, y determina el estado físico del agua. Las especies se ven expuestas, generalmente, a fluctuaciones estacionales de la temperatura, baja en los meses invernales y elevada en el verano.

El estrés por frío aparece entre 15 y 0 °C, y por debajo de los 0 °C suele producirse estrés por congelación. Una vez se han producido los primeros cristales de hielo, si la temperatura extrema se mantiene, los cristales aumentan de tamaño y, en consecuencia, se incrementa la concentración de solutos en el líquido extracelular y se produce la deshidratación irreversible del citoplasma y la muerte celular. El estrés, tanto por calor como por frío, provoca la pérdida de semipermeabilidad, ya que modifica la microviscosidad o fluidez de las membranas. Además, el estrés por temperaturas extremas tiene otros efectos, tales como la reducción de la tasa de crecimiento, la inhibición de la fotosíntesis y de la respiración, así como la activación dela senescencia y la abscisión.

En algunos frutales, las bajas temperaturas, dificultan la respiración de los ácidos orgánicos (sobre todo del ácido cítrico), de modo que retrasan la pérdida de acidez del zumo y, en consecuencia, su maduración interna.

Por otro lado, con temperaturas bajas, la traspiración normal de una planta se afecta severamente debido a la dificultad del cultivo para absorber aguan en estas condiciones frías.

Los Aminoácidos y el estrés por Bajas Temperaturas.

Los aminoácidos son la materia prima de las plantas para formar proteínas y cubrir muchas funciones vitales.

Algunas plantas toleran la congelación mediante la capacidad, denominada superenfriamiento, de impedir la formación o propagación de cristales de hielo incluso a temperaturas inferiores al punto de congelación de los tejidos, que se sitúa entre –2 y –5 °C. El fenómeno de superenfriamiento se ha observado tanto en plantas monocotiledóneas como en dicotiledóneas, y parece estar relacionado con la acumulación de proteínas anticongelantes (AFP; anti-freeze proteins). Las AFP interactúan con los cristales de hielo, adhiriéndose a su superficie para impedir la unión de nuevas moléculas de agua. Las AFP también inhiben la recristalización del agua tras la descongelación. En algunas monocotiledóneas, las AFP son similares a las proteínas relacionadas con la patogénesis (PR) de tipo glucanasas, quitinasas y taumatinas, y desempeñan una doble función: evitar la propagación de los cristales de hielo y proteger los tejidos del ataque de los patógenos. El estrés por congelación también induce la expresión de otros genes, denominados cor (cold-regulated genes). Algunas proteínas COR presentan homología con los polipéptidos LEA (late embryogenesis (Azcón-Bieto y Talón, 2008).

Para la formación de proteínas anticongelantes o AFP, es primordial que dentro de la planta exista una buena concentración de aminoácidos para su síntesis, sin embargo, en periodos de estrés, los aminoácidos pueden no encontrarse de manera abundante, debido la caída de las tasas de absorción de éstos por parte de la plnata, de ahí que es crucial su aplicación de manera exógena, a través de hidrolizados de proteína que ofrezcan aminoácidos libres de tipo L-α-Aminoácidos.

Además de lo anterior, ciertos aminoácidos mantienen la turgencia de la membrana celular, lo que permite minimizar los daños por congelamiento, además de que los aminoácidos tienen un efecto bioestimulante, que promueve la rápida recuperación de la planta post-helada y formación de células y nuevos tejidos.

Línea Aminoterra y AMinofish como fuentes de Aminoácidos para prevenir y aliviar el estrés por bajas temperaturas.

En Grupo Fagro, hemos desarrollado una línea de productos a base de aminoácidos libres tipo L-α-Aminoácidos derivados de la hidrólisis enzimática de proteína vegetal, lo que da como resultado aminoácidos altamente asimilable por la planta e íntegros, de pronta e integral respuesta en el cultivo.

La línea está conformada por productos como Aminoterra F que provee de aminoácidos y nutrientes a la planta para aplicación foliar, Aminoterra R, una fuente de NPK orgánicos y aminoácidos libres para su aplicación al sistema radicular, Aminoterra Ca¸ ideal para el suministro de Calcio (Ca) al cultivo, el Calcio es un elemento poco móvil, en condiciones de temperaturas bajas, su absorción y movimiento en la planta se ve afectado, por esta razón Aminoterra Ca es una gran herramienta para el aporte de dicho elemento, y, finalmente Aminoterra K, que aporta Potasio (K) asimilable para la planta para casos de estrés en la etapa de fructificación del cultivo, principalmente, aunque puede ser aplicado en cualquier etapa donde exista requerimiento del elemento.

La línea Aminoterra puede ser aplicada al cultivo tanto de manera preventiva previo a un evento de baja temperatura (helada) como posterior a la disminución de la temperatura, para ayudar a la pronta recuperación del cultivo.

Aminofish es un producto a base de aminoácidos tipo L-α-Aminoácidos, derivados de la hidrólisis de proteína de pescado, es un excelente producto para el aporte de aminoácidos a cultivos de manera preventiva, previo a las heladas o descenso de la temperatura. Es compatible con la mayoría de los insumos agrícolas, sobre todo con otros fertilizantes, a los que hace más asimilables por la planta.

Referencias.

AZÓN-BIETO, J., TALÓN M. 2008. Fundamentos de fisiología Vegetal. 1ª ed. En español. PUBLICACIONS I EDICIONS DE LA UNIVERSITAT DE BARCELONA. Barcelona, España. 651 pp. LARCHER, W. 1995. Physiological Plant Ecology, Berlin, Heidelberg, SpringerVerlang, p. 506.

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