La agricultura orgánica se define por la FAO como un sistema de producción que trata de utilizar al máximo los recursos del terreno, dándole énfasis a la fertilidad del suelo y la actividad biológica y al mismo tiempo, a minimizar el uso de los recursos no renovables y no utilizar fertilizantes y plaguicidas sintéticos para proteger el medio ambiente y la salud humana.

Detalladamente, esto quiere decir que la producción orgánica depende de ciertos requisitos, que van desde la selección de la semilla y el material vegetal y continúa con aspectos como el método en que se mejora la planta, el mantenimiento de la fertilidad del suelo empleado (por lo que es obligatoria la rotación de cultivos) y el reciclaje de material orgánico, e incluye que solo se deben usar productos aptos para agricultura orgánica, por lo que está prohibido el uso de casi todos los insumos sintéticos (FAO, 1999).

En si la agricultura orgánica siempre ha existido, pero su importancia retoma fuerza con el nombre de agricultura orgánica moderna en Europa en 1920. Fue hasta 1972 cuando se constituyó en Francia la Federación Internacional del Movimiento de la Agricultura Orgánica, conocida por sus siglas en inglés como IFOAM, la cual tiene el objetivo de mostrar evidencias de los efectos desastrosos de la agricultura química e informar sobre los beneficios de la agricultura orgánicas. Después de 1980 es cuando la agricultura orgánica gana presencia y aceptación a nivel mundial (Ochoa R., 2010). En Europa, la agricultura orgánica fue regulada por primera vez a nivel comunitario hasta 1991 con el reglamento (CEE) n° 2092/91, el cual fue sustituido en el 2009 por el Reglamento CE 834/2007 (Bioagricert, 2019).

La IFOAM tiene establecidos cuatro principios de la agricultura orgánica, que marcan claramente las tendencias de este tipo de agricultura, estos son:

  • Principio de salud

Se refiere a que la agricultura orgánica debe sostener y promover desde la salud del suelo, hasta la de las personas, esto incluye a las mismas plantas y a los animales.

  • Principio de ecología

Este principio hace mención a la agricultura sostenible, la cual se basa en los mismos sistemas y ciclos ecológicos vivos, donde se busca mantener la diversidad genética y agrícola, el fortalecimiento del suelo y evitar la contaminación del agua, es por eso que tanto los organismos genéticamente modificados como los insumos sintéticos en su mayoría están prohibidos y es obligatoria la rotación de cultivos.

  • Principio de equidad

Este principio se basa en el respeto, habla de utilizar los recursos naturales y ambientales  de manera justa, tanto social como ecológicamente, teniendo en cuenta a las futuras generaciones. 

  • Principio de Precaución

Por último, el principio de precaución utiliza la experiencia y la ciencia para cumplir con parámetros de eficiencia y productividad sin comprometer la salud y el bienestar de las generaciones presentes y futuras, sin olvidar al medio ambiente.

La agricultura orgánica se ha tenido que apoyar en las certificaciones para garantizar que los productos siguen los principios y las normas ya mencionadas anteriormente, existen múltiples certificadoras, desde internacionales hasta específicas para algún área o país. IFOAM es una certificadora internacional, en Europa además de la certificación que va de la mano con el Reglamento CE 834/07, existen certificadoras específicas, como AB en Francia o BIOSUISSE en Suiza. Para Estados Unidos existe el estándar NOP / USDA, en Canadá el COR y en Japón el JAS (Bioagricert, 2019). Esta información es necesaria en caso de querer exportar productos orgánicos, estos deben estar certificados dependiendo del destino de exportación. 

 En México el organismo encargado del sistema de control de los productos orgánicos es El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad (SENASICA), el cual proporciona el sello “ORGÁNICO SAGARPA MEXICO” a los productos orgánicos que cumplan con la Ley de Productos Orgánicos para poder ser comercializados como tal (SAGARPA, 2016). En la actualidad, México se considera inmerso en el contexto internacional como productor y exportador de alimentos orgánicos, incluso fue el primer productor de café orgánico certificado (Goméz L. & Goméz M., 2004).

Referencias:

Bioagricert (2019). Certificación para producción orgánica. Bioagricert. Recuperado de https://www.bioagricert.org/it/certificazione/produzioni-biologiche.html

FAO (1999). Agricultura Orgánica. Organización de las naciones unidas para la agricultura y la alimentación. Recuperado de http://www.fao.org/ag/esp/revista/9901sp3.htm FAO, ¿Qué es la agricultura orgánica? Organización de las naciones unidas para la agricultura y la alimentación. Recuperado de http://www.fao.org/3/ad818s/ad818s03.htm#TopOfPage Goméz L. & Goméz M. (2004).  La agricultura orgánica en México y en el mundo. CONABIO. Biodiversitas  55:13-15. Recuperado de https://www.biodiversidad.gob.mx/Biodiversitas/Articulos/biodiv55art3.pdf IFOAM (2005). Principios de la Agricultura Orgánica.IFOAM Organics International. Recuperado de https://www.ifoam.bio/sites/default/files/poa_spanish_web.pdf Ochoa R. (2010). Agricultura Orgánica. Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Recuperado dehttp://repositorio.uaaan.mx:8080/xmlui/bitstream/handle/123456789/4622/T18329%20OCHOA%20MORALES,%20ROCIO%20GUADALUPE%20%20MONOG..pdf?Sequence=1 SAGARPA (2016). Qué es el sello Orgánico Sagarpa México y cómo obtenerlo. Gobierno de México. Recuperado de https://www.gob.mx/agricultura/es/articulos/certificacion-de-productos-organicos

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