Uno de los elementos importantes de Proroot son sus auxinas, las cuales son de dos tipos y se complementan entre sí, veamos de qué trata este grupo de fitohormonas y cómo usarlas en beneficio de la producción de los cultivos.
AUXINAS.
La auxina se sintetiza característicamente de manera natural en el ápice del tallo (en el meristemo terminal o cerca de él) y en tejidos jóvenes (por ejemplo, hojas jóvenes) y se mueve principalmente hacia abajo del tallo. Tiende pues a formar un gradiente desde el ápice del tallo hasta la raíz. Sus actividades incluyen tanto estimulación (principalmente alargamiento celular) como inhibición del crecimiento, y la misma célula o estructura puede exhibir respuestas opuestas dependiendo de la concentración de Ácido Indolacético. Además, los diferentes tejidos responden a concentraciones muy diferentes: las raíces son estimuladas a concentraciones inferiores a las que estimulan los tallos, en varios órdenes de magnitud.
Como resultado de estos patrones de actividad, el gradiente de IAA encontrado en las plantas puede producir gran variedad de efectos en el desarrollo, desde la supresión de yemas laterales o tallos secundarios, a la estimulación del alargamiento del tallo o raíz en diferentes partes de la planta. Además, la auxina, actuando sola o en concierto con otras hormonas, estimula o inhibe otros eventos, que van desde las reacciones enzimáticas individuales hasta la división celular y formación de órganos. Así que sus efectos son muchos y diversos, y uno de los mayores problemas en fisiología vegetal es llegar a entender cómo una molécula pequeña y relativamente simple como el IAA puede tener tantos efectos diferentes y cómo se coordina esta aparente confusión de efectos misceláneos con el control ordenado del crecimiento y desarrollo.
Tipos de Auxinas
Ácido Indolacético
La auxina presente en forma natural en las plantas es el ácido 3-indolacético (IAA). Requerida durante la elongación y diferenciación celular, la absorción del IAA por la membrana celular afecta también su permeabilidad; el IAA produce un aumento general en la respiración de los tejidos vegetales y promueve la síntesis del RNA mensajero y por consiguiente, de las proteínasenzimas y proteínas estructurales. El aumento en los niveles del IAA inhibe la lignificación de los tejidos y prolonga así el periodo de exposición de los tejidos no lignificados a la acción de las enzimas que secreta el patógeno y que degradan a la pared celular de la planta. Las mayores tasas respiratorias de los tejidos infectados pueden deberse también a altos niveles de IAA y, puesto que esa auxina afecta la permeabilidad celular, es probable que sea el factor que incrementa la transpiración de las plantas infectadas. Otras funciones del IAA se describen a continuación:
‐ Inhibe el desarrollo de las yemas axiales, dando origen a un fenómeno que se conoce como dominancia apical.
‐ Promueve el fototropismo positivo.
‐ Promueve el desarrollo de raíces laterales y adventicias.
‐ Estimula el desarrollo de los frutos.
La influencia de éste en las yemas depende del ángulo de crecimiento de la rama ya que la distribución de esta hormona presenta sentido basipeto (desde el ápice hacia abajo). La síntesis y función de las auxinas en las enfermedades de las plantas se ha estudiado con mayor detalle en algunas enfermedades bacterianas de las plantas. La especie Pseudomonas solanacerum, que ocasiona la marchitez bacteriana de las solanáceas, induce un aumento 100 veces mayor en los niveles del IAA de las plantas enfermas con respecto a las sanas. Aún no se ha determinado cómo los niveles cada vez mayores del IAA contribuyen al desarrollo del marchitamiento en las plantas, pero la plasticidad cada vez mayor de las paredes celulares debido a los altos niveles de IAA que hace que la pectina, la celulosa y los componentes proteínicos de la pared celular sean más accesibles al ataque de sus respectivas enzimas secretadas por el patógeno y por tanto, más fáciles de degradar. Al parecer, el aumento en los niveles del IAA inhibe la lignificación de los tejidos y prolonga así el periodo de exposición de los tejidos no lignificados a la acción de las enzimas que secreta el patógeno y que degradan a la pared celular de la planta. Las mayores tasas respiratorias de los tejidos infectados pueden deberse también a altos niveles de IAA y, puesto que esa auxina afecta la permeabilidad celular, es probable que sea el factor que incrementa la transpiración de las plantas infectadas.
Ácido Naftalenacético
Regulador de crecimiento que, en función de la dosis empleada y momento de aplicación, actúa sobre la abscisión, división celular, etc., de forma que tanto puede provocar la caída de frutos (aclarado) o evitarla, como inducir la formación de raíces en la zona tratada de esquejes y estaquillas diversas o la floración de la piña tropical. Controla los rebrotes después de la poda. Actúa como inhibidor del crecimiento a concentraciones más altas.
Ácido IndolButírico:
Es una fitohormona que promueve y acelera la formación de raíces adventicias en las plantas, su estructura es orgánica, aunque puede ser sintetizada. Se utiliza frecuentemente para la propagación de esquejes o estacas y acodos. Este tipo de hormonas de crecimiento ha mostrado un efecto positivo en el desarrollo de las plantas al estimular la formación de raíces laterales. El AIB fue utilizado inicialmente como un promotor del crecimiento de raíces para la propagación asexual de plantas ornamentales y frutales. Sin embargo, en la actualidad algunos estudios han mostrado que el AIB proporciona beneficios directos en el crecimiento de las plantas que se siembran por semilla: promueve la absorción de nutrientes, acelera el crecimiento, favorece la formación de la raíz y optimiza las funciones metabólicas.
Pruebas efectuadas en aplicaciones a nivel foliar y de fertirrigación han mostrado buenos resultados en el desarrollo de cultivos hortícolas como el jitomate y en granos básicos en ensayos preliminares efectuados con AIB. En el cultivo de trigo, en condiciones de invernadero han mostrado que favorece el desarrollo de la raíz, tallo así como en la absorción de N, P y K en la planta y la producción de grano.
Tomado de:
Báez-Pérez A., González-Molina L., Solís M. E., Bautista-Cruz A., y Bernal-Alarcón M. 2015. Efecto de la aplicación del ácido indol-3-butiríco en la producción y calidad de trigo (Triticum aestivum L.). Revista mexicana de ciencias agrícolas, 6(3), 523-537.
Bidwell, R. G. S. 1979. Fisiología Vegetal. 1a. Ed. AGT Editor. México 784 pp.
Enríquez del Valle, J. R.; Carrillo-Castañeda, G.; Sánchez-García, P.; Rodríguez-Mendoza, Ma. de las N. y Mendoza-Castillo, Ma. del C. 2001. Efectos de los ácidos acetilsalicílico e indolbutírico en el enraizamiento in vitro y rendimiento de tomate (Lycopersicon esculentum Mill.). Rev. Fitotec. Mex. 24:71-78.
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