Todo en la naturaleza tiene un equilibrio y en gran medida ese nivel de equilibrio es muy frágil, muy estrecho y puede verse comprometido con facilidad. En el presente artículo comentaremos sobre algunas prácticas en la agricultura que rompen con el equilibrio interno del cultivo y que en muchas ocasiones puede acarrear efectos negativos en la producción agrícola.
El manejo hormonal exógeno de cultivos agrícolas.
El manejo hormonal de cultivos agrícolas se refiere a la aplicación exógena de sustancias conocidas como Reguladoras de Crecimiento, para acelerar o inhibir al proceso fisiológico en la planta. En este tema, el equilibrio es el punto donde la señal de estimulación a las células de la planta, los macro y micronutrientes, el metabolismo y sus productos se encuentran a niveles óptimos para propiciar el crecimiento y desarrollo de la planta en una etapa fenológica específica.
Sin embargo, el manejo intensivo de los cultivos en muchas ocasiones exige una mayor velocidad de crecimiento para poder llevar a las plantas a una etapa productiva más rápida y a niveles mayores. Es en este punto, donde muchas veces se recurre a dosis más elevadas de insumos, con la lógica de que si colocamos más nutrientes y hormonas al cultivo podremos lograr una mayor y más rápida producción; nada más fuera de la realidad.
Las plantas son seres vivos que tienen en sus células información genética que al igual que nosotros, han heredado de sus ancestros y es el resultado de las cruzas entre razas, especies e individuos con adaptaciones específicas. Esa genética de la planta también es producto de sus interacciones con el medio (condiciones climáticas y geográficas), con sus depredadores (plagas, enfermedades, herbívoros), simbiontes (rizobacterias y micorrizas), etc., y en una ultima etapa, la genética vegetal también es resultado del mejoramiento humano, ya sea manejo genético empírico o científico para producir variedades con mejores características. Dicha genética, tiene un “tope”, un nivel máximo; el cual no podremos nunca superar en un ciclo de cultivo, ya que está dado por la misma genética de la que venimos hablando.
Entonces, por más que coloquemos fertilizantes y hormonas en dosis mayores al cultivo, nunca podremos superar esos parámetros que están dados por la genética del cultivo de manera constante y sostenible (en algunos casos podrían presentarse producciones exageradas, debido al desorden metabólico en la planta, pero que difícilmente podrán replicarse en otras plantas de la misma variedad, en otras zonas geográficas o en otros ciclos). En cambio, al colocar concentraciones mayores en el agua de riego o aspersión, o en el suelo, estamos corriendo el riesgo de intoxicar al cultivo y causar estragos mayores que podrían mermar cuantiosamente la producción.
La intoxicación al cultivo también es llamada “fitotoxicidad” y se refiere a cualquier daño en algún nivel de la integridad de las células, tejidos u órganos vegetales y que está dado por la interacción (contacto) de alguna parte la planta con una concentración no adecuada (excesiva) de alguna sustancia ajena a ella.
De acuerdo con al EWRS (European Weed Research Society) a partir de un nivel de fitotoxicidad de 12.5%, el cultivo puede presentar ya, daños medios que pudieran tener efectos en el rendimiento. Es aquí, donde tenemos que poner mucha atención cuando por algún motivo, propiciemos fitotoxidad al cultivo.
El manejo hormonal de cultivos es muy común que esto pueda llegar a suceder, debido a que los Reguladores de Crecimiento sintéticos, hacen su función estimulante a dosis muy bajas, en términos de ppm (Partes Por Millón).
La aplicación de productos de este tipo debe darse en condiciones de humedad y radiación a niveles óptimos para la planta, plantas estresadas por falta de agua o exceso de radiación con altas temperaturas, podría causar efectos indeseados.
Proroot, un Regulador de crecimiento con Alta concentración de Auxinas enraizadoras, con dosis prácticas para no causar fitotoxicidad.
Proroot es un regulador de crecimiento a base de auxinas sintéticas con función de enraizamiento. Posee en total 3000 ppm de una mezcla de auxinas (ácido naftalenacético y ácido indolbutírico). Proroot puede ser aplicado en dosis de 1 gramo por litro de agua o por planta, lo que dará como resultado concentraciones alrededor de las 3 a 4 ppm de auxinas, una dosis óptima para logras la estimulación sin fitotoxicidad.