Las condiciones del medio ambientales a la que están expuestas nuestro cultivo, incluso el micro ambiente que se forma debajo del follaje y la base del tallo, pueden crear condiciones favorables para la proliferación de los hongos patógenos. Es seguro que estas condiciones siempre estarán presentes, aun mas en ciertos momentos en específicos como lo es la temporada de lluvia o frío, tiempo donde ocurre un cambio climático drástico, temporada donde hay cambios repentinos en la temperatura y humedad, elevando las posibilidades de una infección por hongos patógenos.

Una planta sana va a realizar sus funciones fisiológicas de manera normal, sin embargo, es afectada cuando las condiciones ambientales presentan cambios drásticos, no solo afectando directamente a la planta, si no también siendo un factor favorable ante la proliferación de hongos patógenos. Debilitando a la planta y disminuyendo los rendimientos de su producción.  Es por ello que es de suma importancia prevenir, antes y a inicios de esta temporada ante un posible ataque de los hongos patógenos a nuestros cultivos.

Aunque no podamos controlar las condiciones ambientales a las cuales se enfrentan nuestros cultivos, incluso en la agricultura protegida, van a existir factores que favorecen el crecimiento de los hongos en la planta. Es posible preparar a la planta para que se encuentre en las condiciones más óptimas para poder hacerle frente a la presencia y ataque de estos patógenos. Esta preparación conlleva a darle mantenimiento a la planta y mejorar las condiciones en la que se encuentre y así asegurar tener una planta mucho más sana.

Los hongos en las plantas se desarrollan en condiciones óptimas cuando el ambiente es cálido y húmedo. La mayoría de los hongos prosperan en temperaturas moderadas a altas y en condiciones de alta humedad, que pueden provenir de riegos excesivos, lluvia frecuente o mala ventilación. La presencia de materia orgánica en descomposición, como hojas muertas, también proporciona nutrientes esenciales para su crecimiento. Además, la falta de luz solar directa y la acumulación de agua en las hojas o en el suelo crean un entorno ideal para que las esporas germinen y se desarrollen, facilitando así la propagación de enfermedades fúngicas.

Algunas acciones preventivas a realizar pueden ser:

  • Buena ventilación: Asegúrate de que las plantas tengan suficiente espacio para permitir una buena circulación de aire. Esto ayuda a reducir la humedad y a prevenir la proliferación de hongos.
  • Riego adecuado: Evita el riego excesivo. Las raíces de las plantas deben estar húmedas, pero el sustrato no debe estar encharcado. Deja que la capa superior del suelo se seque entre riegos.
  • Uso de sustratos adecuados: Elige sustratos con buen drenaje. Los sustratos que retienen demasiada humedad pueden favorecer el crecimiento de hongos.
  • Evita el agua en las hojas: Cuando riegues, trata de evitar mojar las hojas. El agua en las hojas puede crear un ambiente propenso a hongos.
  • Uso de fungicidas: Si sospechas que puede haber un problema con hongos, considera usar fungicidas preventivos o de contacto.
  • Monitoreo regular: Inspecciona tus plantas regularmente en busca de signos de hongos, como manchas, moho o podredumbre. Actúa rápidamente si encuentras algún problema.
  • Rotación de cultivos: Si cultivas plantas en el suelo, considera rotar los cultivos cada temporada para reducir la acumulación de patógenos en el suelo.
  • Uso de variedades resistentes: Siempre que sea posible, elige variedades de plantas que sean resistentes a enfermedades fúngicas comunes.

Scoper-MZ es un fungicida de contacto recomendado para utilizarse como preventivo al ataque de enfermedades fungosas en diferentes cultivos, presenta la combinación de tres ingredientes activos (hidróxido cúprico, azufre y mancozeb) con diferente mecanismo de acción permitiendo al usuario el uso frecuente de este producto sin riesgo de generar resistencia de los microorganismos por la constante exposición, sin embargo es aconsejable que el agricultor siga un correcto manejo integrado de enfermedades para minimizar cualquier riego de resistencia.

Dosis recomendada: 5gr/L de agua como preventivo.

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