Las enfermedades que atacan a las plantas son ocasionadas por agentes bióticos que alteran sus funciones fisiológicas. Esto provoca que su funcionamiento normal sea afectado, es decir su desarrollo y rendimiento es disminuido, llegando incluso a ocasionar la muerte de la planta. Los agentes biológicos responsables de enfermedades, conocidos como patógenos, incluyen organismos vivos como bacterias, hongos, y nematodos. También el virus es considerado un patógeno.

Son organismos diminutos, a menudo microscópicos, que se reproducen mayormente mediante esporas, que funcionan como las semillas en las plantas. La mayoría de los hongos presentan un cuerpo vegetativo filamentoso conocido como micelio, que les da una apariencia algodonosa. Esta característica es útil para distinguir entre enfermedades fúngicas y bacterianas en el ámbito agrícola. Es importante identificar el grupo específico al que pertenece un hongo para seleccionar el fungicida adecuado, ya que no todos los hongos son controlados por todos los fungicidas.

Las enfermedades no aparecen de forma espontánea, sino que tienen fuentes de origen como hospederos alternos, material infectado en descomposición o esporas latentes en el suelo. Las esporas de hongos, debido a su pequeño tamaño y ligereza, pueden dispersarse a través de varios medios:

  • El agua, ya sea por salpicaduras de lluvia, riego por aspersión o rodado, incluso el viento.  
  • Los pequeños organismos como insectos y ácaros.
  • El movimiento de personas, maquinaria o animales.

En cuanto al rango de hospederos, los hongos que atacan el follaje suelen tener un rango limitado, generalmente dentro de una sola familia botánica.

En contraste, los hongos que afectan raíces o frutos tienen un rango de hospederos más amplio. Por ejemplo, el tizón tardío de tomate o papa (Phytophthora infestans) es específico para las solanáceas y no afecta a cucurbitáceas (como melón y sandía), crucíferas (como repollo y brócoli), ni a otras plantas de hojas anchas o angostas como el maíz o la caña de azúcar.

Su ciclo de vida, o etapas de proliferación dentro de la planta, son las siguientes:

  1. Dispersión y germinación de Esporas: Los hongos patógenos producen esporas que se dispersan a través del aire, el agua o el contacto físico. Cuando estas esporas llegan a una hoja con condiciones adecuadas (humedad y temperatura), germinan y desarrollan tubos germinativos que inician el proceso de infección.
  2. Penetración y colonización: Las esporas germinadas penetran en las hojas a través de estomas o directamente a través de la epidermis. Una vez dentro, el hongo coloniza el tejido foliar, formando haustorios para extraer nutrientes y multiplicarse dentro de las células de la planta.
  3. Desarrollo y formación de estructuras reproductivas: El hongo desarrolla estructuras reproductivas, como conidios o pústulas, que liberan nuevas esporas al ambiente. Estas esporas pueden causar más infecciones en la misma planta o en otras cercanas, perpetuando el ciclo de enfermedad.
  4. Factores que Afectan la Proliferación: La proliferación de hongos depende de factores ambientales como la humedad y la temperatura, así como del estado general de la planta y las prácticas de manejo agrícola. Las condiciones ideales para cada tipo de hongo afectan su incidencia y severidad.

Hay hongos que destacan mas que otros por la severidad de sus ataques y sintomatología de sus infecciones, por ejemplo;

  • Oídio (Erysiphe spp., Sphaerotheca spp.)
  • Mildiu (Peronospora spp., Plasmopara spp.)
  • Mancha Negra (Diplocarpon rosae)
  • Roya (Puccinia spp., Uromyces spp., Gymnosporangium spp.)
  • Alternaria (Alternaria spp.)

Las bacterias beneficiosas tienen un impacto significativo en la agricultura moderna, contribuyendo a la salud del suelo, la promoción del crecimiento de las plantas y el manejo de plagas. Una de las principales funciones de las bacterias benéficas al ser aplicadas con control biológico ante el ataque de patógenos, es proteger la planta, creando un espacio alrededor de la raíz de la planta, lo cual evita que cualquier patógeno interesado en nuestras plantas no pueda llegar a establecerse en ese miso espacio.

Las bacterias como Bacillus thuringiensis y Pseudomonas fluorescens se utilizan para controlar plagas y enfermedades de manera natural, lo que reduce la necesidad de pesticidas químicos. Este enfoque es clave para la agricultura orgánica y para reducir los riesgos asociados con el uso de productos químicos en regiones con alta biodiversidad.

Recuperación de Suelos Contaminados: En suelos contaminados por pesticidas, metales pesados u otros productos químicos, bacterias como Pseudomonas y Rhodococcus pueden ayudar a descomponer estos contaminantes, facilitando la recuperación del suelo y haciéndolo apto para el cultivo nuevamente.

Rehabilitación de Tierras Agrícolas: En áreas donde la agricultura ha agotado los nutrientes del suelo, la introducción de bacterias beneficiosas puede restaurar la fertilidad del suelo y mejorar su estructura, haciendo que las tierras sean más productivas.

BIOWALL es un producto fungicida de origen biológico que contiene cepas de microorganismos benéficos que dan a la planta una protección contra hongos patógenos, recomendado para el control de enfermedades fúngicas foliares, como cenicilla polvorienta.

Gracias a su fórmula única no solo estimula de manera natural a ala planta, si no también es tiene una excelente función en el control de hongos foliares. Sus microrganismos benéficos actúan sobre los patógenos inhibiendo a través de la competencia, es decir que los limita a espacios donde establecerse y limita a al consumo de nutrientes, lo cual le es necesario a los patógenos para poder penetrar e infectar a las plantas.

Los microrganismos presentes producen moléculas toxicas volátiles que tienen la capacidad de inhibir las actividades más vitales del patógeno.  También utilizan a los hongos como alimento a través de la ruptura de sus paredes celulares.

Dosis recomendada: 10mL/Lt de agua

  • Sinclair, J. B., & Backman, P. A. (1998). Compendio de enfermedades de plantas. Editorial Hemisferio Sur.
  • Martínez-Ruiz, F. E., Cervantes-Díaz, L., Aíl-Catzím, C. E., Hernández-Montiel, L. G., Sánchez, C. L. D. T., & Rueda-Puente, E. O. (2016). Hongos fitopatógenos asociados al tomate (Solanum Lycopersicum L.) en la zona árida del noroeste de México: La importancia de su diagnóstico. European Scientific Journal12(18).
  • Sánchez-Fernández, R. E., Sánchez-Ortiz, B. L., Sandoval-Espinosa, Y. K. M., Ulloa-Benítez, Á., Armendáriz-Guillén, B., García-Méndez, M. C., & Macías-Rubalcava, M. L. (2013). Hongos endófitos: fuente potencial de metabolitos secundarios bioactivos con utilidad en agricultura y medicina. TIP Revista Especializada en Ciencias Químico-Biológicas16(2), 132-146.
  • Morales, G. J. L., & Ángel, P. M. E. (2007). Hongos fitopatógenos de importancia agrícola. Editorial Facultad de Agrobiologia “Presidente Juárez” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Uruapan, Michoacán, México.

Categorized in:

Tagged in:

,