Los suelos salinos son aquellos que contienen cantidades importantes de sales más solubles que el yeso, lo que interfiere con el crecimiento de la mayoría de los cultivos y plantas sensibles. La salinidad se mide por medio de la Conductividad Eléctrica (CE) en la solución intermicelar o solución del suelo, y el umbral para considerar que un suelo es salino se ha establecido en CE>4 dS/m a 25ºC. La salinización tiene un proceso mediante el cual tiene lugar la acumulación de sales, por lo general, cloruros y sulfatos de sodio y magnesio, lo que provoca una concentración elevada en la fase líquida del suelo (Gerónimo, 2019).
Es por esto, que en la actualidad se buscan nuevas maneras de restaurar o aprovechar los suelos, como es el caso de los microorganismos. Los microorganismos halófilos pueden producir enzimas, sintetizar exopoli-sacáridos, fitohormonas y compuestos quelantes, que ayudan a algunas plantas a crecer en estos ambientes y llevar a cabo la desalinización de estos suelos. Teniendo una gran capacidad de adaptación y potencial para ser propuestos en diversos bioprocesos (Guevara, 2020).
Los suelos salinos presentan sus propias comunidades microbianas, las cuales se han adaptado a este tipo de ambientes y por lo cual se designan como halófilos.
Los halófilos son organismos extremófilos que hacen frente no sólo a la alta composición iónica sino también a otros factores ambientales como valores de pH alcalino, baja disponibilidad de oxígeno, altas o bajas temperaturas, presencia de metales y/u otros compuestos tóxicos, etc.
Tienen dos mecanismos de adaptación a las altas concentraciones salinas:
1.- La estrategia de sal en el citoplasma, basada en la acumulación de sal en el interior de la célula y en la adaptación de todos los sistemas a las altas concentraciones salinas.
2.- La estrategia de solutos orgánicos (dependiente de concentraciones de NaCl), relacionada con la acumulación de compuestos orgánicos, como azúcares, polioles, aminoácidos y/o derivados de estos que no alteran el metabolismo celular ni siquiera en concentraciones citoplasmáticas altas compatibles (Guevara, 2020).
Ejemplos de microrganismos halófitos son:
- Halobacillus
- Marinococcus
- Alkalibacillus
- Aquisalibacillus
- Bacillus
En grupo Fagro tenemos productos con Basillus para dar mejor eficacia al suelo. Tales como:
Raizorg Biofertilizante Líquido. Inductor natural del enrizamiento de plantas de origen orgánico.
Raizorg es un biofertilizante que en su formulación posee bacterias especificas que se instalan en la rizosfera de la planta inmediatamente después de su aplicación, a través de su actividad metabólica, producen fitohormonas que estimulan la producción de raíces primarias y absorbentes. La bacteria benéfica de RAIZORG son capaces también de fijar Nitrógeno atmosférico solubilizar Fosforo y reducir elementos metabólicos como el Hierro de modo que en interacción con las raíces ejercen efectos nutritivos y estimulan el crecimiento vegetal.
Biorgan SF Mejorador de suelo. Compuesto a base de productos orgánicos. Líquido.
Biorgan SF Elaborado a base de productos naturales de origen de productos naturales de origen orgánico vegetal, ácidos orgánico vegetal y marino, actúan en sinergia; aportando nutrientes, reguladores del crecimiento vegetal, ácidos orgánicos, además proveen una combinación de microrganismo y complejos enzimáticos con capacidad de controlar un amplio espectro de enfermedades en los cultivos.
Favorece directa e indirectamente la absorción de nutrientes por la raíz, promueve un buen equilibrio del microambiente en la rizósfera y una regeneración de las poblaciones naturales de microorganismos benéficos del suelo. Induce los mecanismos de defensa de las plantas, desfavorece significativamente el ambiente y condiciones para el desarrollo de enfermedades y de nemátodos.
Referencias:
Gerónimo Fernando Courel. (2019). SUELOS SALINOS Y SODICOS. Cátedra de Edafología: Facultad de Agronomía y Zootecnia Universidad Nacional de Tucumán.
Joseph Guevara-Luna, Iván Arroyo-Herrera, Yanely Bahena-Osorio, Brenda Román-Ponce, María Soledad Vásquez-Murrieta. (2020). Suelos salinos: fuente de microorganismos halófilos asociados a plantas y resistentes a metales. Alianzas y Tendencias, vol. 5, 29-32.