Las bacterias desempeñan un papel crucial en la agricultura al mejorar la salud del suelo y el crecimiento de las plantas a través de diversas funciones beneficiosas. Entre estas, las bacterias fijadoras de nitrógeno son esenciales para convertir el nitrógeno atmosférico en formas que las plantas pueden absorber, como el amoníaco. Este proceso es particularmente importante en leguminosas, donde las bacterias forman asociaciones simbióticas en los nódulos radiculares, contribuyendo a una fertilidad del suelo natural.
Además, bacterias como Bacillus y Pseudomonas solubilizan nutrientes del suelo, especialmente el fósforo, que se vuelve más accesible para las plantas. Estas bacterias producen ácidos orgánicos y otras sustancias que disuelven compuestos de fósforo, facilitando su absorción. También, algunas bacterias de la rizosfera, producen fitohormonas que estimulan el crecimiento de raíces y la expansión del sistema radicular, promoviendo un desarrollo vegetal más robusto.
Otro aspecto clave es el control biológico de patógenos. Bacterias como Bacillus thuringiensis y Pseudomonas fluorescens poseen propiedades antifúngicas y antibacterianas que ayudan a proteger las plantas contra enfermedades. Asimismo, bacterias como zotobacter y Bacillus mejoran la estructura del suelo, aumentando la retención de agua y facilitando la aireación. En general, las bacterias en la agricultura optimizan la disponibilidad de nutrientes, controlan patógenos, y promueven prácticas más sostenibles al reducir la dependencia de fertilizantes y pesticidas químicos.
Mientras tanto, los hongos en la agricultura juegan roles tanto beneficiosos como perjudiciales. Los hongos fitopatógenos, como Phytophthora infestans y Puccinia spp., son responsables de enfermedades graves que afectan cultivos importantes como tomates, patatas y cereales, causando pérdidas significativas en el rendimiento. Estos hongos dañan las plantas al liberar enzimas y toxinas que afectan sus tejidos, y su capacidad para formar esporas resistentes facilita su propagación.
Por otro lado, los hongos mutualistas, como las micorrizas, establecen asociaciones beneficiosas con las raíces de las plantas, mejorando la absorción de nutrientes y la salud del suelo. Los hongos de micorrizas, como los del género Glomus, pueden aumentar la resistencia de las plantas a enfermedades y reducir la necesidad de fertilizantes químicos. Además, los hongos saprófitos descomponen materia orgánica, contribuyendo a la formación de humus y la fertilidad del suelo.
El manejo de los hongos en la agricultura incluye estrategias para controlar los patógenos mediante prácticas culturales, variedades resistentes y fungicidas, así como el uso de hongos beneficiosos como agentes de biocontrol. Estas prácticas pueden mejorar la sostenibilidad al reducir la dependencia de químicos y promover la salud del suelo. La comprensión y gestión adecuada de los hongos en la agricultura es esencial para optimizar su impacto positivo y mitigar los efectos adversos.
Los hongos son patógenos comunes que afectan a una amplia variedad de cultivos agrícolas, causando enfermedades que pueden reducir significativamente el rendimiento y la calidad de las cosechas. Algunos de los principales hongos y bacterias que afectan a los cultivos:
- Bacterias
- Rhizobium, Bradyrhizobium,Azotobacter, Pectobacterium, Dickeya, Pseudomonas, Xanthomonas, Burkholderia, Acidovorax, Curtobacterium y Ralstonia.
- Hongos:
- Pudrición del tallo o cáncer (Ceratocystis sp.), mildiu polvoso o blanco (Erysiphe sp.), sigatoka o mancha foliar del plátano (Mycosphaerel/a sp.).
- Roya del maíz (Puccinia sp), mustia hilachosa del frijol (Thanatephours cucumeris).
- Tizón tardío (Phytophthora infestans), mildiu velloso (Peronospora sp.), mal del talluelo (Phytium sp.).
- Tizón temprano (Alternaría solant), moho gris (Botrytis sp.), Antracnosis (Colletotrichum sp.), Fusarium (Fusarium sp.).
Principales cultivos afectados:
- Hongos:
Trigo, maíz, arroz, tomates, uvas, manzanas, cítricos, soja, café.
- Bacterias:
Cítricos, pepino, lechuga, cereales, uva, tomate, zanahoria, manzanas, papas, maíz.