Las plagas están presentes a lo largo de todas las etapas del cultivo, aunque algunas especies atacan en momentos específicos del desarrollo de la planta, desde la germinación hasta la aparición de los primeros frutos. Si bien todas las etapas tienen su importancia, algunas son más críticas que otras; por ejemplo, la etapa de fructificación suele ser especialmente sensible por su impacto directo en la producción. Sin embargo, no debe subestimarse la fase de desarrollo vegetativo, ya que es en este momento cuando el control preventivo de plagas resulta más efectivo. En esta etapa, las aplicaciones pueden realizarse antes de que la plaga se establezca o justo cuando inicia su ciclo biológico en la planta, lo que permite una mejor protección del cultivo a mediano y largo plazo.

Es fundamental contar con un plan de aplicaciones bien estructurado, es decir, definir con anticipación los tiempos y los productos que se utilizarán durante el ciclo del cultivo. Este plan debe considerar no solo las etapas de desarrollo de la planta, sino también el ciclo biológico de las plagas.

Por ejemplo, al inicio del ciclo del cultivo es clave seleccionar productos que sean efectivos no solo contra los adultos, sino también contra huevecillos, ninfas o larvas, según el tipo de plaga. En muchos casos, cuando se detecta la presencia de plagas adultas, estas ya han completado su ciclo reproductivo y han dejado una nueva generación en desarrollo. Si el enfoque se limita únicamente a eliminar adultos, se corre el riesgo de no controlar oportunamente las fases inmaduras, permitiendo así la continuidad del problema.

Cinna-Mix es una excelente opción para aplicaciones en la etapa inicial del cultivo debido a su eficacia sobre distintas fases del ciclo biológico de las plagas, incluyendo huevecillos, ninfas y adultos. Su acción preventiva lo hace ideal para evitar que las plagas se establezcan desde el inicio. Además, cuenta con múltiples mecanismos de acción como repelencia, contacto y translaminar que permiten una protección más amplia y efectiva en momentos clave del desarrollo del cultivo.

Su formulación a base de extractos vegetales y aceites esenciales lo hace seguro para el medio ambiente y compatible con agricultura orgánica, minimizando riesgos para el usuario y el ecosistema. Al ser un producto natural con diversos componentes activos, también ayuda a prevenir la generación de resistencia en plagas, lo cual es fundamental dentro de un manejo integrado.

Durante su etapa de desarrollo vegetativo, la planta genera nuevos brotes con tejidos tiernos, los cuales son altamente atractivos para insectos chupadores como los pulgones. Por esta razón, el uso de un producto con acción sistémica resulta ideal, ya que se distribuye internamente a través de la savia. Así, cuando la plaga intenta alimentarse, el producto actúa por ingestión, controlando eficazmente al insecto desde dentro.

Biotika Ricinus, formulado a partir de extracto de higuerilla (Ricinus communis), es un nematicida e insecticida botánico que altera la permeabilidad del exoesqueleto del insecto, provocando un desequilibrio en su metabolismo y bloqueando el suministro de sustancias esenciales para su desarrollo. Una de sus principales ventajas es que no afecta a la fauna benéfica, como los polinizadores. Además, al ser un producto orgánico, no deja residuos tóxicos, lo que lo hace seguro tanto para el cultivo como para el personal que lo aplica, permitiendo incluso la reentrada al área tratada de forma inmediata.

Elexa4 es especialmente adecuado para aplicaciones durante la etapa de fructificación del cultivo debido a su formulación orgánica y su modo de acción eficaz y seguro. Este insecticida botánico, elaborado a partir de extractos de ajo, clavo, albahaca, manzanilla y crisantemo, actúa por contacto e ingestión, afectando el sistema nervioso de las plagas y provocando su parálisis y muerte. Su acción rápida y múltiple reduce la probabilidad de que las plagas desarrollen resistencia, lo que es crucial en esta fase crítica del cultivo.

Además, Elexa4 es seguro para la fauna benéfica, como los polinizadores, y no deja residuos tóxicos en los frutos, permitiendo su aplicación incluso en etapas cercanas a la cosecha sin afectar la calidad del producto final. Su compatibilidad con la agricultura orgánica y su eficacia contra una amplia gama de plagas, especialmente ácaros en floración lo convierten en una herramienta valiosa para proteger el rendimiento y la calidad del cultivo durante la fructificación.

Una aplicación adecuada de productos para el control de plagas, basada en el ciclo biológico de las plagas y la etapa fenológica del cultivo, es fundamental para lograr una protección efectiva, sostenible y económica. Aplicar el producto correcto en el momento oportuno permite actuar de forma preventiva o en fases vulnerables del insecto, lo que maximiza la eficacia del tratamiento, reduce la necesidad de aplicaciones repetidas y minimiza el impacto sobre el medio ambiente y la fauna benéfica. Además, esta estrategia ayuda a conservar la salud del cultivo en sus etapas más sensibles, como el desarrollo vegetativo y la fructificación, asegurando un crecimiento vigoroso y una producción de calidad. Un manejo fitosanitario planificado y consciente no solo mejora el rendimiento del cultivo, sino que también promueve una agricultura más responsable y eficiente.

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