Aceite esencial de orégano (Origanum vulgare) para el control de fitopatógenos.

Las enfermedades postcosecha son las principales causas de la perdida de frutas y vegetales demeritando su calidad y acortando su vida de anaquel. En la actualidad el control de enfermedades causadas por hongos durante la etapa postcosecha, se basa en el uso de fungicidas sintéticos que son nocivos para el ser humano, la necesecida de reducir su uso ha incrementado el interés por la posible aplicación de aceites esenciales para el control de fitopatógenos. Montes-Belmont y Carvajal (1998) encontraron que los aceites esenciales obtenidos de canela (Cinnamomum verum), hierbabuena (Mentha spicata), orégano (Origanum vulgare), epazote (Dysphania ambrosioides) , clavo (Syzygium aromaticum) y tomillo (Thymus) causaron la inhibición total del desarrollo de A. flavus en grano de maíz (Zea mays L.)

La actividad antimicrobiana de los aceites esenciales se ha atribuido a la presencia de compuestos aromáticos y grupos fenólicos como el carvacrol en el aceite esencial de orégano (Origanum vulgare) por ejemplo (León,2017; Dorman y Deans, 2000; Stefanakis M. et al., 2013). Aceites esenciales como el orégano ha mostrado propiedades antifúngicas en hongos postcosecha, León (2017) reporto inhibición de crecimiento micelial de agentes fitopatógenos como Aspergilllus flavus, Pencillium sp. y Fusarium solani al 100% con aceites esenciales de orégano a concentraciones de 0.3%, 0.5%, 0.7% y 1.0% en medios de cultivo.

Gracia Camarillo et al. (2006), reportaron dosis de hasta 1000 ppm de aceite esencial de orégano presento mayor actividad anti antifúngica sobre el desarrollo de A. flavusin vitro esto comparado con aceite esencial de canela. La aplicación de aceites esenciales de orégano también favoreció la inhibición de la producción de aflatoxinas en nuez pecanera.

Velluti et al. (2003) probaron los aceites esenciales de clavo, canela y orégano sobre Fusarium proliferatum, los cuales inhibieron el crecimiento de este hongo. Combinaciones con biopolímeros como el quitosano y el orégano presentaron eficacia en la inhibición de Rhizopus stolonifer y Aspergillus niger en medios de cultivo y en frutos de uva (Vitis labrusca L.) (Dos Santos et al., 2012), Lima de Sousa et al. (2013), evaluaron también la eficacia de los aceites esenciales del orégano y romero de forma individual y en combinación para inhibir el crecimiento de Aspergillus.

Los aceites esenciales a base de plantas pueden ser utilizados como fumigantes para productos alimenticios almacenados. Por lo tanto, los aceites esenciales pueden desempeñar un papel importante en la recuperación de las pérdidas por almacenamiento y en la mejora del tiempo de conservación de los alimentos (Prakash B. et al., 2012).