Los aminoácidos, como hemos visto en artículos anteriores, son moléculas orgánicas con las que se construyen los péptidos y proteínas en las plantas. En este blog, veremos algunas funciones de estas moléculas en la nutrición y bioestimulación de cultivos agrícolas.
Función nutricional:
Gracias a su estructura, los aminoácidos pueden aportar ciertos nutrientes para las plantas; todos los aminoácidos poseen un grupo amino, el cual, es una importante fuente de Nitrógeno (N), listo para que las plantas lo asimilen. Algunos otros aminoácidos, como la L-cisteína, aporta azufre (S) en su composición.
Cuando hay escasez de aminoácidos en la planta, las células vegetales tienen la capacidad de abrir poros para permitir el rápido ingreso de aminoácidos del exterior al citoplasma, y así, poder abastecer los requerimientos en la síntesis de proteína. Este hecho se utiliza como estrategia para permitir la entrada de nutrientes (macro y micro) a la célula vegetal, en este punto se utilizan a los aminoácidos como carriers de los nutrientes vegetales.
También se ha comprobado, que los aminoácidos tienen la capacidad de “quelatar” a algunos nutrientes, como el Calcio (Ca) y el Potasio (K), y así mejorar la asimilación por las plantas y su transporte interno.
Función Bioestimulante:
El efecto bioestimulante de los aminoácidos es más bien indirecto, no específico como en el caso de algunos ácidos orgánicos, como el giberélico, el indolacético y las citocininas.
Los aminoácidos, (L-metionina) estimulan el desarrollo de algunos microorganismos benéficos, que mantienen la sanidad de las raíces, otros aminoácidos, como el L-triptófano, estimulan el crecimiento de bacterias PGPB (Plant Growth Promoting Bacteria) que transforman dicho aminoácido en Ácido Indolacético, auxina por excelencia promotora del enraizamiento y la división celular.
En cuanto a la floración, aminoácidos como el L-glutámico y la L-lisina, promueven la producción de polen y su hidratación por más tiempo, lo que beneficia a la polinización el amarre de frutos y también la generación del tubo polínico.
Los aminoácidos también son detonantes de la producción natural de fitohormonas por parte de la planta; el mismo L-triptófano, promueve la síntesis de ácido indolacético dentro de las células, la L-arginina promueve la generación de citocininas y la L-metionina de etileno, útil para la maduración uniforme de frutos.
Es importante asegurar el abastecimiento de L-a-aminoácidos (aminoácidos libres disponibles para la planta), también pueden aplicarse productos formulados con aminoácidos y nutrientes. De igual manera es importante la aplicación de dichos aminoácidos en periodos de estrés por bajas y altas temperaturas y en etapas fenológicas de alta demanda energética como la floración y la fructificación.