Todos los agricultores saben que sin agua no hay cultivo. Es por eso que es de suma importancia saber administrar el riego correcto cuando la planta lo necesita. Mucha agua puede ser peor que poca agua.
Tener un mayor conocimiento de cuando comenzar y detener el riego ayuda al agricultor a proteger el recurso más importante. Conociendo esta información el agricultor puede planear cuando activar su sistema de riego cuando las plantas lo necesiten evitando así lixiviación de fertilizantes y para ahorrar energía sin sacrificar la calidad y el rendimiento.
¿Y cómo se define la cantidad correcta?
Con la ayuda de sensores de humedad del suelo que se insertan en diversas profundidades del suelo, se puede extraer información sobre el consumo diario del agua del cultivo dentro de las diferentes capas del suelo, así como con los datos de Evotranspiración)
Esta información puede ser usada por el agricultor para determinar el tiempo óptimo del riego. Con este soporte, se ayuda a la toma de decisiones para ayudar a prevenir el daño debido por estrés de sequía así como el ocasionado por riego excesivo.