Ing. Rodrigo Pedraza Larios. Departamento Técnico Grupo Fagro.
El manejo nutricional de cultivos bajo sistemas de producción agrícola orgánica o ecológica certificada no es una tarea fácil. Es un reto muy grande que conlleva un conocimiento amplio de la fisiología vegetal, fertilidad de suelos y dinámica de los nutrientes dentro y fuera de la planta; si a esto le agregamos que la oferta de fertilizantes que cumplen con las características de formulación y certificaciones es bastante reducida, la actividad incrementa su complejidad.
Al proceso mediante el cual la planta obtiene del ambiente (suelo, agua y atmósfera) las sustancias que le son necesarias para llevar a cabo sus procesos biológicos que le permiten: nacer, crecer y reproducirse se le conoce como nutrición vegetal.
Dichos elementos requeridos en la nutrición vegetal son básicamente 16, el Carbono, el Hidrógeno y el Oxígeno los toma la planta del medio (agua, el resto no son fáciles de absorber y en ocasiones deben ser suministrados de forma artificial a la planta.
Los 13 elementos restantes, son conocidos como elementos nutritivos o nutrientes y se clasifican de acuerdo a las cantidades que son requeridas en la planta o a la frecuencia con que deben ser suministrados a estas; de esta manera, existen macroelementos, como el Nitrógeno, el Fósforo y el Potasio, y microelemento, que son el resto (Calcio, Azufre, Magnesio, Manganeso, Hierro, Zinc, Boro, Cobre, Molibdeno y Cloro). Algunos autores mencionan otros elementos como beneficiosos, estos son el Níquel, el Silicio, entre otros.
Estos elementos en sus formas asimilables (oxidos, iones y otros compuestos), son obtenidos de la naturaleza; pudiendo ser de la minería, o por procesos químicos. Los productos que se derivan de estos procesos, son conocidos como fertilizantes o abonos, y suelen contener una concentración definida del elemento nutricional, rara vez vendrán en estado puro, al ciento por ciento, debido a que se acompañan de otros minerales, sales o excipientes o inertes.
Sin embargo, cuando hablamos de fertilización en cultivos orgánicos, muchos de estos fertilizantes, sobre todo los que son de origen sintético, no pueden ser aplicados ya que generan un impacto serio al ambiente, su eso es restringido y en muchos casos, prohibido.
Para la agricultura orgánica, se han desarrollado fertilizantes derivados tanto de la minería como del procesamiento con enzimas o microorganismos de sustratos de origen vegetal o animal, estos son de origen orgánico y no generan un impacto negativo en el agroecosistema, puesto que son elaborados, en muchas ocasiones, a base de residuos de otras industrias.
También es importante saber que existe una forma diferente de fertilizar a un cultivo, no solo la práctica de proveer el nutriente, existen hongos y bacterias de vida libre y simbiosis que solubilizan Fósforo que se encuentra en el suelo, bacterias de vida libre PGPR que fijan Nitrógeno, entre otros. Estos microorganismos toman el nutriente en su estado no asimilable del ambiente y lo transforman a una forma asimilable para la planta.
En Grupo FAGRO, elaboramos un portafolio de biofertilizantes provenientes de sustratos derivados de organismos vivos, procesados vía enzimática o microbiológica, con una buena concentración de nutrientes, más proteínas, aminoácidos y otras sustancias bioestimulantes como:
– Línea Aminoterra: nutrientes y aminoácidos obtenidos por hidrólisis enzimática de proteína de origen vegetal.
– Aminofish: nutrientes y aminoácidos derivados de la hidrólisis de proteína de pescado.
– EnzyProb: Aminoácidos, enzimas y nutrientes derivados de macro algas marinas.
– Raizorg 3G: BioFertilizante en forma de pellets a base de bacterias fijadoras de Nitrógeno, Solubilizadoras de Fósforo, Productoras de Auxinas (fitohormonas naturales para el enraizamiento), Micorrizas (hongos endomicorrízicos), humus de lombriz (Materia Orgánica) roja californiana (Eisenia foetida) y micro-elementos de origen orgánico.
– Raizorg: biofertilizante a base de bacterias benéficas fijadoras de Nitrógeno, Solubilizadoras de Fósforo, Productoras de Auxinas (fitohormonas naturales para el enraizamiento).
– NitroHunter 10: biofertilizante elaborado a base de 10 cepas bacterianas fijadoras de Nitrógeno.
Existen otros productos que ayudan a que los anteriores tengan un efecto mayor en su aplicación:
– Biotika Saponin L: saponinas esteroidales derivadas del Agave lechuguilla, las saponinas de Biotika Saponin L, acondicionan el suelo, bloquean sales, retienen la humedad natural del suelo, mejoran condiciones químicas y físicas para el mejor aprovechamiento de nutrientes y óptimo desarrollo de microorganismos benéficos.
– Biofilm: es un producto a base de resina de pino, el cual forma una capa bioactiva sobre la hoja que protege y prolonga la vida de biofertilizantes y plaguicidas en el área foliar de la planta.