Efectos de no controlar la humedad relativa en ambientes de los cuartos para el almacenamiento de chile.
Hay fenómenos de la vida cotidiana que a primera vista son simples, sin embargo, para la ingenieria, muchos de estos, persiguen explicaciones físicas, químicas o termodinámicas, en ocasiones complicadas. En la naturaleza todas las fuerzas, de distinto origen buscan equilibrios, esto se demuestra en como un espacio con temperatura refrigerada debe mantenerse cerrado o de lo contrario este intentará equilibrar con la condición externa. Este fenómeno que busca equilibrio, se presenta de forma constante en la interacción del contenido de agua, que, al interior de los vegetales, es muy alto (importante y mayoría en el contenido de frutas y hortalizas) y su exposición a los ambientes de almacenamiento los cuales suelen ser con equipos de generación de frío que secan el ambiente (reducen la cantidad de agua en el aire).
El mecanismo de expulsar agua hacia el exterior desde un vegetal a través de la epidermis o tejido vegetal (pedúnculo, ápice), se conoce como la transpiración, este evento de índole físico busca equilibrar la presión de vapor de agua del ambiente exterior con la de los vegetales (normalmente cercana al punto de saturación). Esto ocasiona constantemente deshidratación, evidenciada en perdida de peso, de calidad y de vida de anaquel. La fuerza con la que se desarrolle la transpiración depende de la morfología y fisiología de cada vegetal, los chiles poseen una alta tasa de transpiración, además con tan solo un 4% es notorio su deshidratación, con la consecuente afectación de su comercialización.
Integrar un correcto proceso de almacenamiento de chiles, debe propender por proveer altas presiones de vapor de agua en los ambientes de almacenamiento, esto reduce la desaforada salida del agua del vegetal, evitando perdidas de peso. En el caso del chile en tan solo 4 días puede perder hasta un 8% de su peso, lo cual suscita una importante pérdida de peso.
Los sistemas de humidificación AGUATRONICS, alcanzan niveles superiores al 95% de humedad relativa, sin mojar, sin perdida de agua, con control automático que evita condensación, promoviendo un correcto almacenamiento de los chiles, manteniendo por más tiempo su calidad, evitando importantes pérdidas económicas por la deshidratación, adicionalmente reduce el consumo energético de los equipos de frio.