¿Qué son? ¿Cuáles son las fuentes?

El uso de aminoácidos no es algo nuevo en la agricultura; su empleo como tal, se tiene documentado desde los años 60 en países europeos, sin embargo, existen registros de la elaboración de fermentados de pescado como fertilizantes de chinampas en la cultura mexica y de terrazas en la cultura andina.

Los aminoácidos representan una herramienta valiosa para los agricultores ya que mitigan algunos efectos del clima y plagas sobre las plantas, no obstante, su uso indiscriminado, puede causar impactos negativos, fenómeno que se ha estado viendo en últimos años. Para conservar a esta herramienta como una verdadera solución en el campo, se debe tener un conocimiento mínimo sobre su estructura, sus formas de absorción y de los mejores momentos para suministrarse a la planta.

Es importante aclarar que los aminoácidos no son sustitutos de los nutrientes (macros y micros); si una planta puede absorber todos los nutrientes esenciales para ella, va a poder sintetizar todos los aminoácidos que requiere para formar sus proteínas necesarias para vivir.

Es sabido, que el proceso de formación de aminoácidos al interior de la planta requiere un gasto considerable de energía. En ocasiones, debido a condiciones externas adversas, la planta no dispone de tal cantidad de energía y es necesaria la adición de aminoácidos libres para que el cultivo pueda continuar con sus funciones vitales.

El presente tema está desarrollado tomando en cuenta la premisa anterior y sobre todo que la información aquí plasmada, nos lleve el conocer de mejor manera los ingredientes que la línea Aminoterra de Fagro tiene como alternativas a problemas reales en el campo.

LOS AMINOÁCIDOS

Los aminoácidos son los componentes estructurales de las proteínas, de oligopéptidos y polipéptidos tanto vegetales como animales. Además, los aminoácidos son los precursores de todas las sustancias nitrogenadas al interior de la planta.

Estructura de los aminoácidos.

Se constituyen principalmente de dos partes:

  • Estructura Básica
  • Un Radical (que diferencia a un aminoácido de otro).

La estructura básica de forma a su vez de:

  • Un grupo Amino (Hidrógeno y Nitrógeno)
  • Un grupo Carboxilo (Carbono, Hidrógeno y Oxígeno).

La estructura básica, además de ser el “esqueleto” del aminoácido, sirve para que éste se una a otros aminoácidos y así conformar proteínas (Figura 1), la fuerza que mantiene a un aminoácido unido a otro recibe el nombre de enlace peptídico (Imagen 2).

Imagen 1. Estructura general de un aminoácido.
Figura 2. Enlace peptídico entre dos L-aminoácidos.

Los radicales son variados y dan cualidades específicas al aminoácido.

Isomería.

Como sabemos, la isomería es la propiedad que presentan ciertos compuestos o moléculas que consistente en poseer la misma fórmula molecular pero propiedades físicas y químicas distintas, debido a la distinta disposición de los átomos o grupos de átomos dentro de la molécula, en pocas palabras, las moléculas presentan la misma estructura pero la posición de sus enlaces hace que se vean como si estuviesen frente a un espejo (Imagen 3).

Imagen 3. A) L-aminoácido, B) D-aminoácido.

Como se puede visualizar en la imagen 3, la posición a la izquierda del Nitrógeno (grupo amino), es característica de los L-aminoácidos, por el contrario, la posición a la derecha del N, es una cualidad de los D-aminoácidos.

Ahora bien, ¿De qué nos sirve este conocimiento?, sencillo, un D-aminoácido NO puede ser absorvido por la plantas, mientras que los L-aminoácidos son altamente asimilables.

Es aquí cuando podríamos preguntarnos: ¿De qué depende que un aminoácido sea D o L?, veamos el siguiente apartado.

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