Durante la etapa de postcosecha del chile, los problemas de pudrición causados por hongos y bacterias pueden ser particularmente graves, reduciendo significativamente la calidad y la vida útil de los frutos. Esta etapa incluye el manejo después de la recolección, el almacenamiento, el transporte y la venta final. Los patógenos que causan pudrición en postcosecha pueden ingresar a través de heridas o daños en los frutos durante la cosecha o el manejo, y se exacerban en condiciones de almacenamiento inadecuado.

Hongos comunes en postcosecha

  1. Botrytis cinerea (moho gris): Crea una capa de moho grisáceo sobre el fruto, lo que resulta en una pudrición blanda y acuosa. La infección es favorecida por temperaturas frías y alta humedad.
  2. Rhizopus stolonifer: Conocido por causar pudrición blanda, se caracteriza por un crecimiento algodonoso blanco que se torna negro debido a la producción de esporas. Es más común en temperaturas más cálidas y ambientes húmedos.

Bacterias comunes en postcosecha

  1. Erwinia carotovora spp.: Provoca pudrición blanda, resultando en un tejido degradado y acuoso, con un olor fétido característico. Este patógeno se propaga fácilmente y puede causar pérdidas significativas en condiciones de almacenamiento húmedas.
  2. Pseudomonas spp.: Causa manchas húmedas y pudrición en los frutos almacenados, especialmente bajo condiciones de alta humedad.

Estrategias de manejo en postcosecha

  • Higiene y desinfección: Mantener una limpieza rigurosa en las instalaciones de almacenamiento y transporte para minimizar la presencia de patógenos. Desinfectar regularmente herramientas, equipos y superficies.
  • Manejo de la temperatura y humedad: Almacenar los chiles en condiciones óptimas de temperatura y humedad relativa para minimizar el crecimiento de patógenos. Las temperaturas frías, pero no congelantes, generalmente ralentizan el crecimiento de hongos, mientras que una humedad relativa controlada previene tanto la deshidratación del fruto como el crecimiento excesivo de patógenos.
  • Control de heridas: Minimizar las heridas y daños en los frutos durante la cosecha y el manejo, ya que estos pueden ser puntos de entrada para patógenos. Usar técnicas de cosecha y manejo suaves y desinfectar las heridas si es posible.
  • Tratamientos postcosecha: Aplicar tratamientos fungicidas o bactericidas aprobados, o utilizar métodos de control biológico para reducir la incidencia de enfermedades durante el almacenamiento y transporte.
  • Inspección y selección: Inspeccionar regularmente los frutos durante la postcosecha para retirar aquellos que muestren signos de infección, evitando así la propagación de patógenos a frutos sanos.
  • Uso de atmósferas modificadas: Algunos estudios sugieren que el uso de atmósferas modificadas o controladas (bajos niveles de oxígeno y altos niveles de dióxido de carbono) puede inhibir el crecimiento de algunos patógenos durante el almacenamiento.

Implementar un enfoque integrado que combine estas estrategias puede ayudar a maximizar la vida útil de los chiles en postcosecha y minimizar las pérdidas económicas por pudrición.

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