Rodrigo Pedraza Larios.


La agricultura orgánica surge con el desarrollo de la agricultura convencional. Los inicios de la agricultura y con ello la agricultura orgánica se remontan a la primitiva siembra de semillas de frutos que los cazadores-recolectores consumían y dispersaban en los terrenos aledaños a los lugares donde residían de manera temporal, en un inicio con el sistema nómada y se intensificó posteriormente con la aparición del sedentarismo.

Es esta agricultura primitiva no se utilizaban elementos fertilizantes del suelo y seguramente, con la biodiversidad que existía, no se presentaban de manera recurrente, plagas y enfermedades de gran importancia, por lo que no era necesario el uso de plaguicidas. Podríamos decir que existía una especie de equilibrio ecológico, que permitió al ser humano desarrollar esta actividad al mismo tiempo que la obtención de alimento cercano a sus núcleos de población les otorgaba una mejor calidad de vida.

El alimento es la base del crecimiento de una población. Con el crecimiento de las poblaciones y el desarrollo de núcleos urbanos, surge la necesidad de proveer a estas nuevas y crecientes ciudades de alimentos. Con la llegada de la Revolución Industrial en la segunda mitad del Siglo XVIII, llega el crecimiento de la agricultura, ya que en buena parte, la agricultura es una actividad primaria que produce la materia prima para la industria.

Es durante el avance de la Revolución Industrial y posterior a ella, que aparecen grandes dificultades para la producción agrícola, ya que con el monocultivo en grandes extensiones, se propició la degradación del suelo y surgimiento de plagas y enfermedades importantes.

No es, si no hasta la postguerra, que surge la Industria Química, que da solución de alguna forma, a dichos problemas que aquejaban a la agricultura. Con esta Industria química, que pasa de elaborar insumos químicos para uso bélico a formular pesticidas y fertilizantes, surgen otros problemas como la contaminación del suelo, del agua, afectación a la fauna y flora silvestres, etc.

Es en esta etapa de la postguerra, en la década de los años 20 del siglo pasado, que se esboza la Agricultura Orgánica y los primeros ideales de una producción de alimentos sanos y ecológicos, esta corriente surge en completo desacuerdo con la utilización de compuestos químicos de alto riesgo en la producción de alimentos.

Por si fuera poco, con la ayuda de los nuevos pesticidas y fertilizantes sintéticos, en los años 60 del siglo pasado surge la llamada Revolución Verde, en la que se utilizan variedades híbridas de cultivos, principalmente cereales, paquetes tecnológicos completos de labranza de suelo, fertilización y control de plagas y enfermedades.

La Revolución Verde trajo consigo, una producción abundante de alimentos, para abastecer núcleos de población y combatir los emergentes problemas de desnutrición de países subdesarrollados. Pero también propició la aparición de más problemas en la agricultura convencional, degradación extrema de suelos, agotamiento de recursos como el agua, contaminación del ecosistema en general, aparición de plagas y enfermedades cada vez más resistentes a los pesticidas que cada vez se usaban a dosis más altas, alimentos contaminados, etc.

Es aquí donde la Agricultura Orgánica toma gran importancia. En 1972 se constituye en Francia la Federación Internacional del Movimiento de la Agricultura Orgánica, conocida por sus siglas en inglés como IFOAM, con el objetivo de mostrar evidencias de los efectos desastrosos de la agricultura química e informar sobre los beneficios de la agricultura orgánicas.

Después de 1980 es cuando la agricultura orgánica gana presencia y aceptación a nivel mundial. En Europa, la agricultura orgánica fue regulada por primera vez a nivel comunitario hasta 1991 con el reglamento (CEE) n° 2092/91, el cual fue sustituido en el 2009 por el Reglamento CE 834/2007.

En México, la agricultura orgánica se inició en 1963 en la región Soconusco en la finca Irlanda, localizada en Tapachula, Chiapas., la cual recibió la primera certificación por la obtención de café orgánico la certificación fue Internacional en 1967, años después fueron la Finca San Miguel en 1986 y el rancho Alegre en 1988, ambos en la misma localidad. Se menciona que 1985 salían de Oaxaca las primeras exportaciones de productos orgánicos certificados hacia Europa.

En la actualidad, la verdadera Agricultura Orgánica, es más holística; no solo comprende la no utilización de plaguicidas y fertilizantes químicos, implica una nueva conciencia de los actores de la producción de alimentos, el medio cultural y natural, además de la salud de los consumidores finales, la productividad y la calidad de cosechas.

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