La cromatografía de suelos es un método de separación que permite observar la relación entre los microorganismos, los minerales y la materia orgánica en un perfil de suelo. Esta técnica permite valorar la evolución del suelo de acuerdo con el manejo realizado y plantear nuevas estrategias para mejorar la interrelación de los tres elementos citados (minerales, materia orgánica y microorganismos), que favorecen la disponibilidad del suelo y mejora de las condiciones físico, químicas y biológicas del mismo.

La cromatografía de suelos es una técnica desarrollada por Ehrenfried Pfeiffer, la cual se basa en el análisis cualitativo del suelo para comprender las relaciones que existen entre sus elementos. La cromatografía circular de suelos en papel filtro es un método de análisis desarrollado a fines del siglo 20 es utilizado por agricultores “biodinámicos” en todo el mundo. A pesar de que su validez científica está en disputa, el procedimiento sigue un protocolo estricto el cual  produce resultados para una interpretación visual.

El método consiste en utilizar una muestra de suelo de un terreno que pasará por un proceso de extracción o separación de los elementos a través del hidróxido de sodio (1%), esta sustancia es capaz de extraer los compuestos orgánicos del suelo para, posteriormente, transferir dicha extracción a un papel filtro circular de un diámetro de 150 mm, con una solución diluida de nitrato de plata (0.5%), esta solución, conocida por su sensibilidad a la luz, permite que los componentes del suelo puedan recorrer el papel filtro haciendo diferentes patrones y desarrollando diferentes tonalidades de colores. El resultado de que la extracción del suelo haya recorrido el papel filtro es conocido croma del suelo.

Interpretación de la cromatografía

Cada zona muestra un componente del suelo y se divide en cinco:

  • Zona central: aquí se observa la oxigenación del suelo.
  • Zona interna: aquí se observa la cantidad de minerales.
  • Zona intermedia: aquí se observa la cantidad y calidad de la materia orgánica.
  • Zona externa: en este espacio se observan las relaciones enzimáticas de los microorganismos.
  • Zona de la periferia: sirve para delimitar el fin del croma para poder manipular el papel.

4 colores de una cromatografía ideal.

En un suelo sano, las diferentes zonas deben mostrar cómo los componentes se integran unos con otros. Se deben observar conexiones entre las zonas.

Normalmente los colores de los suelos sanos son:

En suelos destruidos y/o contaminados, los colores son:

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