Factores de Éxito en el cultivo de Chiles en México.

El chile, en todas sus variedades, es un producto agrícola que forma parte fundamental de la dieta del Méxicano, por esta razón, tiene un significado muy especial, tanto económico como etnobotánico y cultural.

El chile se produce en prácticamente todo el territorio nacional y es en México donde se cultiva la mayor variedad de los mismos. Las más de cien variedades se concentran en 22 grupos de verdes y 12 de secos, entre los cuales destacan los picantes como el jalapeño, el poblano y el serrano; así como algunos considerados dulces como el morrón (bell peper). El chile verde, principal variedad por volumen y valor, se produce durante la mayor parte del año. La cosecha del ciclo otoño-invierno inicia en diciembre y concluye en agosto. El ciclo primavera-verano abarca de junio a marzo.

En la última década la superficie sembrada de chiles registró una tasa de crecimiento media anual de -0.6%, sin embargo, el rendimiento aumentó: la producción mantuvo un ritmo de crecimiento de 1.5%. El comportamiento es resultado de la incorporación de cada vez más avanzados sistemas de producción y de la proliferación de invernaderos y otros esquemas de agricultura protegida.

La superficie cosechada registra una tasa media anual de crecimiento de -0.4% en el periodo de 2000-2009. Pasó de 145 mil 674 hectáreas en 2000 a 140 mil 424 hectáreas en 2009. En los últimos años, Sinaloa, uno de los principales productores del país, disminuyó la superficie sembrada. En 2009 sembró tres mil 347 hectáreas menos que en 2008, ya que algunos productores optaron por otros cultivos. A nivel nacional la superficie sembrada fue dos mil 360 hectáreas menor que la de 2008.

Entre los años 2000 y 2009, el consumo aparente promedió un millón 584 mil toneladas; no obstante, en 2008 y 2009 se situó por debajo del promedio. Lo anterior no significa que la producción haya disminuido sino que la demanda internacional del cultivo mexicano creció considerablemente: en 2000 se exportó una de cada diez toneladas; actualmente se exportan cuatro.

El comportamiento de los precios de chile verde pagados al productor se ha mantenido estable durante diez años; en tanto que en el caso del chile seco la tendencia a es al alza y por lo tanto un campo de oportunidad: el precio del chile mirasol, por ejemplo, tiene la tasa media de crecimiento más alta, con 26% anual.

En el tema de requerimientos para su cultivo, el clima debe de ser cálido pues su desarrollo no es el adecuado si se produce en temperaturas por debajo de los 10°C y por arriba de 35°C. Es moderadamente resistente a la acidez y a la salinidad del suelo.

No hay un elemento que por sí solo garantice el éxito de la producción del cultivo de chile. Es la conjunción de factores de diversa índole, así como el aprovechamiento de los mismos, lo que convierte a México en una potencia.

Las condiciones de relieve y las características del suelo, la dosis de fertilización, el clima, el agua disponible, entre otros, pueden ser la diferencia entre un producto de calidad y uno para desecho.

De manera natural, son aparentemente pocas las zonas que reúnen los requisitos de éxito, no obstante, la tecnificación, innovación, experiencia y vocación de los productores han permitido que el cultivo se produzca en la mayor parte del país con altos estándares de calidad.

El control de los factores de éxito es una constante que permite habilitar el suelo para garantizar los nutrientes y textura necesarios, trasplantar el número adecuado de plantas por hectárea (entre 20 y 25 mil), sacarle el mayor partido a los elementos con los que se cuenta. Prácticas agrícolas óptimas. Y más allá de la cosecha, la infraestructura carretera, la utilización de tecnologías de la información y la comunicación, la visión de mercado.

Tomado de:

Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera. 2010. Un panorama del cultivo del chile. http://infosiap.siap.gob.mx/images/stories/infogramas/100705-monografia-chile.pdf.

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